lunes, 14 de mayo de 2012

EL ARTE DE AMAR Por PUBLIO OVIDIO NASÓN



Ahora te enseñare como cautivar y conservar a la mujer de tu elección. esta es la parte mas importante de todas mis lecciones. Amantes de todo el mundo, presten atención a mi discurso; permitan que la buena voluntad caliente sus corazones, puesto que cumpliré las promesas que les he hecho.

    Primero que nada, tienes que estar seguro de que no existe una mujer que no pueda ser ganada y hazte la idea de que la vas a ganar.

Solo tu mismo puedes preparar las bases. Antes cesaran los pájaros su canto durante la primavera o guardarán silencio los saltamontes en el verano... que una mujer resista el tierno cortejo de un joven amante...

    Ahora, lo primero que debes hacer es estar en buenos términos con la bella sierva de la dama. Ella puede facilitarte las cosas.

Descubre si tu dama confía en ella y si ésta sabe todo acerca de sus pasatiempos secretos. Mueve el cielo y tierra para ganártela. Ya que la tengas de tu lado, el resto es muy fácil...

    En primer lugar, es mejor enviarle una carta simplemente para allanar el terreno. En ella habrás de expresarle lo mucho que la adoras; hazle bonitos cumplidos y di todas las cosas lindas que dicen los amantes... Y promete, promete, promete. Las promesas no te costaran nada. Todos son millonarios en lo que concierne a las promesas.

    Si rechaza tu carta y te la regresa sin haber sido leída, no te des por vencido; espera lo mejor e intenta de nuevo...

    No dejes que tu cabello se enrede formando mechones en tu cabeza; asegúrate de que tu cabello y barba estén decentemente cortados. Cerciórate también de que tus uñas estén limpias y bien limadas; no dejes crecer vello fuera de tus fosas nasales; cuida que tu aliento sea dulce y no camines por ahí con tufo a cabra...

    Cuando te encuentres en un festín en el que el vino corra libremente y en donde una mujer comparta el mismo asiento contigo, ruega a ese dios, cuyos misterios son celebrados durante la noche, que el vino no nuble tu cerebro. Es entonces cuando podrás conservar fácilmente con tu dama en un lenguaje de palabras ocultas, de las cuales habrá de adivinar fácilmente su significado...

    Al hacer halagos sutiles, tendrás la oportunidad de robarte su corazón, como lo hace el río insensiblemente al inundar la ribera que lo bordea. Jamás dejes de entonar las alabanzas en torno a su rostro, su pelo, sus afilados dedos y sus delicados pies...

Las lágrimas también son un útil y poderoso recurso en el asunto del amor. Podrían derretir un diamante. Confirma este punto permitiendo que tu dama vea tu rostro empapado con lagrimas. En caso de que no logres obtener ni una lágrima - y no van a salir siempre que lo desees - métete el dedo en tus ojos.

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